INTRODUCCIÓN
Los trastornos de aprendizaje según Kinsbourne , 1997, son un grupo heterogéneo de trastornos que se caracterizan por presentar dificultades significativas en la adquisición y uso de habilidades de escucha, habla, lectura, escritura, razonamiento o habilidades matemáticas y/o sociales.
En general los niños con trastornos del aprendizaje presentan las siguientes características:
Presentar dificultades en las áreas de destrezas básicas del aprendizaje escolar: lectura, escritura y cálculo.
A pesar de tener un potencial intelectual adecuado, no aprenden ni progresan como sería de esperar.
El trastorno es primario y específico y no se deriva de otros cuadros.
Requiere de intervención especializada para superarlo.
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS El manual de criterios diagnósticos de trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría DSM-IV considera que los trastornos del aprendizaje pueden ser de tres tipos: Trastorno de la lectura, Trastorno del cálculo y trastorno de la expresión escrita.
Los criterios diagnósticos para estos trastornos serían:
A. El rendimiento en lectura, cálculo o expresión escrita, medido mediante pruebas de precisión o comprensión normalizadas y administradas individualmente, se sitúa sustancialmente por debajo de lo esperado dados la edad cronológica del sujeto, su coeficiente de inteligencia y la escolaridad propia de su edad.
B. Los problemas de aprendizaje interfieren significativamente el rendimiento académico o las actividades de la vida cotidiana que exigen habilidades para la lectura, el cálculo o la expresión escrita.
C. Si hay un déficit sensorial, las dificultades para la lectura, el cálculo o la expresión escrita exceden de las habitualmente asociadas a él.
ETIOLOGIA
Las dificultades escolares se pueden clasificar por su etiología en:
A. Dificultades de origen primario.
B. Dificultades específicas.
C. Dificultades derivadas del entorno socio-familiar y cultural.
A. Son dificultades escolares de origen primario, ocasionadas por:
1. Déficit intelectual en el límite de la normalidad, cociente intelectual o CI muy alto, bajo o muy bajo.
2. Problemas neurológicos.
3. Enfermedades crónicas o incapacidad física.
4. Déficit sensorial: auditivo y/o visual.
5. Enfermedades carenciales: malnutrición, ferropenia, alteraciones tiroideas (apatía, somnolencia).
6. Rinitis crónica que suele ocasionar problemas para oír, aprender a hablar y pronunciar correctamente.
Estas dificultades primarias deben ser detectadas y abordadas precozmente dentro de su entorno social: el pediatra, la familia o los profesionales de la guardería, para que su integración social y escolar sea correcta.
Con la aplicación de medidas preventivas, educación para la salud y tratamiento específico, su integración social y escolar estará normalizada al llegar a la adolescencia.
B. Son dificultades específicas, que serían los trastornos específicos del aprendizaje:
En aptitudes escolares:
- Para el aprendizaje del cálculo: discalculia . Son alumnos que tienen dificultad para sumar y restar, para efectuar operaciones de cálculo. Confunden los números, los invierten o los escriben al revés.
- Para el aprendizaje de la escritura: disgrafía . Nivel de escritura inferior al que les corresponde, omiten letras o juntan palabras. Hay distorsión en el orden y posición de las palabras.
- Para el aprendizaje y desarrollo de la lectura fluida y comprensiva: dislexia. Es una dificultad para aprender a leer y a escribir.
- Disortografía , imposibilidad de aplicar las reglas ortográficas, como secuela de la dislexia aun después de ser superada.
En lenguaje y habla:
- Desarrollo de la articulación.
- Desarrollo del lenguaje expresivo:
a) Dislalia , dificultad para pronunciar un fonema determinado, sin invertir las letras.
b) Disfasia , retraso en la aparición del lenguaje oral y escrito, asociado a problemas perceptivos.
- Desarrollo del lenguaje receptivo.
Motoras:
Desarrollo de la coordinación motora: fina y/o gruesa, presentando problemas de lateralidad o falta de coordinación visomotora, con dificultad en distinguir dónde está la derecha y dónde la izquierda, en manos, pies, ojos, etc.; deficiencia en la organización espacial (no sabe dibujar con perspectiva y tiene dificultades para localizar objetos) o en la temporal por un retraso psicomotriz.
La detección precoz y actuaciones urgentes en todos estos problemas es necesaria, con el fin de conseguir la adecuada integración social y escolar, puesto que suelen asociarse a desmoralización, baja autoestima y déficit en las habilidades sociales. El abordaje directo de estas dificultades debe hacerse dentro de la escuela, con programas individualizados para cada dificultad específica y siempre en colaboración con los profesionales específicos en cada área.
TRATAMIENTO
El único tratamiento eficaz de los trastornos del aprendizaje es una correcta enseñanza, un proceso de reeducación con técnicas específicas individualizadas.
Debe iniciarse de forma lo más temprana posible.
No hay pruebas científicas de que ninguna medicación resulte útil, ni las dietas ni las vitaminas.
1. Coordinación: escuela-familia-pediatra.
Objetivo global: desarrollar actitudes y estrategias de estudio, basadas en los puntos fuertes y débiles de las áreas de aprendizaje de cada individuo. Elevar las aptitudes positivas y trabajar para compensar las dificultosas.
La mayor necesidad de un alumno rebelde, inmaduro y desafiante es la presencia de un adulto responsable para contenerlo (autoridad-continente).
2. En la escuela los profesores realizarán adaptaciones en el aula . La labor de los orientadores es fundamental ya que el tratamiento es psicopedagógico.
Otros profesionales especialistas trabajarán las dificultades específicas: auditivas, visuales, motoras, etc.
Programas adecuados. Asesoramiento individual y familiar.
3. En la familia , los padres deben esforzarse en comprender y aceptar las aptitudes y dificultades de sus hijos, y mostrar buena disposición para conseguir aumentar sus posibilidades de éxito y disminuir las de fracaso.
Evitar los cambios de escuela no justificados.
Ejercer la responsabilidad de padres, con buena y frecuente comunicación con el centro escolar,
Cuando coexisten problemas emocionales, sociales o familiares, es necesario un plan terapéutico multimodal, que debe ir adaptándose a cada etapa del desarrollo, mientras sea necesario.
4. El pediatra debe descartar trastornos orgánicos que justifiquen las dificultades escolares, e informar adecuadamente a ambos padres.
Comunicación fluida con la escuela (orientador, tutor.).
Pasar al niño las pruebas que crea adecuadas para confirmar el diagnóstico. Derivar a otros especialistas (psiquiatra infantil, psicólogo clínico, unidad de salud mental infanto-juvenil, logopeda) si lo cree oportuno, coordinando el equipo multidisciplinar.
* Nota: La información facilitada en este portal es sólo de carácter orientativo. Recuerde que únicamente el profesional de la salud está capacitado para efectuar un diagnóstico.
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