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Terapia Infantil: Hiperactividad Infantil

 

La hiperactividad se manifiesta en especialmente en tres aspectos:

•  Atención

•  Impulsividad

•  Sobreactividad

Tratamiento

•  Tratamiento farmacológico

•  Tratamiento psicopedagógico

 

 

 

 

La hiperactividad se manifiesta en especialmente en tres aspectos:

 

•  Atención:

El niño no atiende porque no sepa las tareas, sino porque se cansa rápidamente y no puede mantener el tono de activación para realizarlas. Le cuesta atender a los detalles; parece que no escucha cuando le hablan; no sigue instrucciones y no termina sus tareas; tiene problemas para organizarse; se distrae fácilmente.

 

•  Impulsividad:

Le cuesta dejar de hacer cosas que en un pasado han sido reforzadas, por lo que les cuesta mucho inhibirse. Le resulta muy difícil dejar de hacerlas aunque las consecuencias sean negativas. Interrumpe frecuentemente o se inmiscuye en las actividades de los demás. Da respuestas antes de que acaben las preguntas. Suele preguntar cuestiones que ya han sido tratadas. También le cuesta guardar turno.

 

•  Sobreactividad:

Su comportamiento no tiene descanso. Inquietud frecuente con movimiento de manos o pies o removiéndose en el asiento. Abandona el asiento en clase o en otras situaciones en las que debe permanecer sentado. A menudo trepa o corretea en exceso en situaciones inapropiadas. Inadecuadamente ruidoso en el juego o tiene dificultades para enfrentarse tranquilamente en actividades lúdicas.

 

 

El tratamiento engloba tanto a padres como al niño. Se trabaja con el aprendizaje académico, en el colegio; se le enseña a que asuma competencias sociales y de comportamiento para que vea que puede controlar la situación con el aprendizaje que ha adquirido. Se le fomentan las relaciones sociales. Se le sube la autoestima. Se trabajan las relaciones padres-hijo y el estrés familiar.

Concretando más sobre la intervención, se abren dos vías claras de tratamiento.

Una de ellas es la farmacológica, dada en los casos más graves y la segunda es la psicopedagógica.

 

•  Tratamiento farmacológico: En caso de ser necesario, será dirigido por el médico, atendiendo a su correcta administración y control de los efectos secundarios. Se hará en colaboración de los padres y profesionales de la educación. Hay varios tipos de medicación. Uno de ellos es la administración de fármacos psicoestimulantes para regular los neurotransmisores cerebrales que son los responsables del desorden del niño. De efecto rápido y benéfico suele tener efectos secundarios. Otra alternativa es la aplicación de medicamentos psicotrópicos como los antidepresivos, que no dejan efectos negativos sobre el funcionamiento cognitivo del niño pero también presenta algún otro efecto secundario como incremento de la tensión y ritmo cardiaco.

 

 

•  Tratamiento psicopedagógico: dentro de la orientación conductista se usan tareas para la mejora o recuperación de la atención como: percepción de diferencias; figura de fondo; integración visual; comparación de textos semejantes u otras actividades como seguir laberintos, resolver lógicas, etc. En estas tareas se trabaja centrar la atención en diferentes elementos fijándonos en buscar similitudes, diferencias, seguir secuencias, etc.

Compatibles con las anteriores son tareas de corte cognitivo como las autoinstrucciones, en donde se enseña al niño a hablarse a sí mismo para dirigir la tarea. El lenguaje interno sería un regulador de su comportamiento atencional y como un elemento de autocontrol. Otras actividades son el rastreo visual, en la cual se hace un seguimiento parcial en una determinada dirección, o la focalización, en donde se busca mantener la atención sostenida sobre un detalle.

Además, si el caso lo requiere, se puede tratar la impulsividad, con ejercicios para potenciar la reflexión del niño. Las respuestas reflexivas, consecuencia de una buena percepción y análisis pausado y sosegado, tienen mayor probabilidad de ser eficaces, seguras y correctas.

Se desarrollan las habilidades de revisión, de corrección de tareas y de demora de las respuestas.

 

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